lunes, 19 de mayo de 2014

POR UNA FASE PREMENSTRUAL FELIZ Y CREATIVA

"Por una fase premenstrual feliz y creativa" es una acción iniciada por femeninoyplural con el objetivo de difundir buena información sobre la fase premenstrual como contrapartida a las publicaciones de la SEGO y la industria farmacéutica en las que se aprovechan los malestares que indican que debemos hacer cambios en nuestra vida para vender pastillas de hormonas que nos desconectan de nuestra sabiduría interior." ¿Cómo participar en la iniciativa?


FASE PREMENSTRUAL:: LA GUÍA SABIA

Según Miranda Gray, la fase premenstrual es la fase creativa, representa el otoño, la luna menguante y al arquetipo de la Hechicera, una mujer madura, segura y sabia. A nivel químico lo que ocurre en esta fase es que a partir de la ovulación el nivel de estrógenos disminuye y aumenta la progesterona. La ciencia asocia la mayor presencia de esta hormona con el aumento de la actividad en el hemisferio derecho del cerebro (esta parte del cerebro es la que concierne al inconsciente, los sueños e intuiciones). En esta fase te irá muy bien si confías en tu intuición y escuchas tu voz interior. 

Vivimos en una sociedad que sobrevalora la juventud y niega la vejez, la esconde tras maquillajes, tintes y cirugías. El otoño, el frío, el recogimiento y la lentitud son aspectos de la vida que se nos venden como aburridos o tristes. Nos centramos en lo que se ve, donde hay luz, en la imagen externa, y nos da miedo la oscuridad, lo interior, lo oculto, lo profundo. En este marco social sumado a variables como la exigencia de pretender estar igual todos los días, el exceso de dulces en nuestra dieta, el ambiente tóxico, el estrés, la tensión, la falta de descanso o el sedentarismo, lo más común es que todas conozcamos el “síndrome premenstrual” (una vez más la medicina cataloga como patología los procesos de la mujer). Un buen remedio para suavizar los malestares premenstruales es ingerir magnesio en esta fase a través de la alimentación o con un suplemento. El magnesio contribuye a disminuir las hormonas del estrés, disminuye la tensión muscular y mejora los calambres premenstruales. Aunque siempre serán remedios puntuales, la invitación de nuestro cuerpo en esos momentos es ha hacer revisión de la vida que llevamos.

En estos días que preceden a la menstruación tomamos un camino de descenso hacia nuestro interior. Vemos y vivimos nuestras partes más oscuras. Es importante no reprimir lo que el cuerpo nos pida: estar solas, dormir, llorar, enfadarnos, rabiar... Aceptar, en la medida en que podamos, que nosotras también somos así e integrar esa parte en nuestra vida. Poco a poco reconoceremos que esa “otra yo” es una gran amiga y buena consejera. El último día de la fase premenstrual es un día importante del ciclo. Justo el día anterior a que empiece el sangrado estamos muy en contacto con nuestra alma, el nivel de progesterona alcanza su nivel más alto y nos da acceso a la conexión con nuestro “yo profundo”. En este día es fundamental el descanso, tener tiempo para mí misma, para moverme lento, para estar a solas. Cada vez me gusta más esta fase; a medida que he ido respetando mi ciclo y apoyándome en él para equilibrar mi vida, la fase premenstrual se ha convertido en el momento del ciclo de mayor creatividad y seguridad en mí misma.

Sabemos que cuerpo, mente y emoción están íntimamente unidas, que son lo mismo. Lo que está ocurriendo estos días a nivel físico es que el óvulo no ha sido fecundado y nos disponemos a desecharlo junto con el endometrio. Lo mismo ocurre en nuestra psique: salimos de una fase constructiva para adentrarnos en una fase introspectiva en la que vamos a ver con lente de aumento todo lo que no nos sirve en nuestra vida. Aquello que venimos arrastrando y que no hemos sabido solucionar crece y toma protagonismo. Es tiempo de decir no, de descubrir lo que no queremos y desprendernos de ello. 

Lo que llaman síndrome premenstrual es una llamada a cambiar nuestro rumbo vital. Si llevas mucho tiempo desoyendo tus necesidades el s.p.m. se hace más acusado. Es común sentirse deprimida y/o rabiosa en esos días. La rabia implica acción, va acompañada de gran fuerza destructiva y creativa. Esos días algunas desean divorciarse o dejar el trabajo. Cuando el cuerpo nos pide cambios, especialmente tan radicales, hay que escucharlo sabiendo que hay cosas que cambiar, pero que lo veremos diferente en pocos días. Al final de esta agenda* he dejado dos páginas tituladas “desde la rabia”. Escribir es una forma de materializar, poner orden y dar cabida a lo que sentimos sin romper platos que luego lamentemos perder. En esta fase suelo escribir de forma desordenada lo que grita mi rabia, lo que no me gusta, lo que quiero cambiar y las relaciones que no aguanto. Es importante vivir la rabia y tomar ciertas acciones como dejar cosas, decir no, limpiar, tirar lo que no te sirve o no quieres. Recomiendo escribirlo porque nuestra energía decrece cuando nos acercamos a la menstruación. La siguiente fase preovulatoria es el momento propicio para repasar lo escrito y empezar a construir o crear una estrategia, ya que algunos cambios son a largo plazo. Mimarte y estar a solas durante el período premenstrual suaviza los malestares y evita fricciones innecesarias. Hay mucha sabiduría en lo que nos pide esta fase, escucharla es un buen timón para dirigir nuestra vida.

Si quieres colaborar difunde o participa. ¿Cómo participar en la iniciativa?

Este texto pertenece a la Agenda de la Mujer perpetua.

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