Volvemos a celebrar el día en el que desde los medios de comunicación se nos recuerda a todas las mujeres que somos el personaje secundario en este gran show.
El mensaje es: Recuerda e interioriza que por ser mujer…
1. Tu sueldo es
un 30% más bajo que el de los hombres y como esta sociedad lo mide todo en
dinero tu vales menos. Lucha por la
igualdad laboral!
2. Tienes un 70% menos de posibilidades de ocupar un puesto de poder en política y
sobre todo en la junta directiva de una empresa importante. Las empresas
gobiernan el mundo, mucho más que los políticos así que las mujeres no tenemos
poder de decisión. Reivindica tu derecho
a trabajar como un hombre, con sus reglas.
3. Debes
andar con miedo a ser asesinada y violada, incluso en tu propia casa por tu
marido o amante. Eres la víctima y has
de vivir con miedo.
4. Debes tener
dos trabajos uno dentro y otro fuera de la casa. Pelea por repartir las “cargas familiares” entre nuestra pareja, las instituciones
y las multinacionales que amablemente te ayudaran con biberones, leches de
fórmula, guarderías para recién nacidos, comida precocinada....
5. Debes saber
que tu cuerpo es un estorbo a tu carrera. Tu
ciclo menstrual y capacidad reproductiva deben ser minimizadas en pos de tu productividad
laboral. Esfuérzate para ocultar los síntomas.
6. Por decidir ser madre puedes perder tu puesto de trabajo. Ten pocos hijos porque la maternidad es dura y trabajosa, la vida laboral si que da satisfacciones (Por ejemplo turno partido en la caja de un supermercado por 800€/mes). Trabaja más duro fuera y dentro de la casa y demuestra que eres tan buena como un hombre!
LA JUSTICIA POR MI MANO. (Si ningún ciudadano va a la guerra no habrá guerras.)
A la vista del feminismo de estado la lucha está, al igual que en siglos anteriores, en reivindicar nuestro derecho a trabajar como hombres (o sea, a ser explotadas y esclavizadas).
Y digo yo, no será tan bueno el trabajo cuando tienen que pagarnos para que lo hagamos. (Para mi es distinto trabajar de hacer lo que amas).
No reivindico el derecho a trabajar, todas la mujeres en todas la épocas han trabajado con sus hijos colgados de un pañuelo o jugando cerquita.
Creo que la lucha feminista debe orientarse de otra forma.
El cambio que necesita el mundo es de valores y
va ha venir de lo micro no de lo macro. Por tanto no quiero una mujer en la
directiva de una multinacional, sino muchas mujeres (todas) emprendiendo
proyectos con alma y apoyándose unas a otras. De esta forma podemos cambiar el orden social.
Emprender y ser autónomas es la vía por la que podemos liberarnos de horarios y ritmos imposibles, permitiendo la conciliación familiar y el respeto a nuestros ciclos menstruales y reproductivos.
Reconozco que requiere un gran esfuerzo y creatividad. Nadar a contra corriente es costoso, pero yo me apunto porque todo lo demás sabe a comida de Hospital.
Elijo construir, crear y enfocarme en lo que sí puedo hacer. Está siendo muy duro pero me reafirmo en mis/ nuestras fortalezas. Estas son las principales:
1. Constituimos el 52% de la población del mundo y estamos
jugando bajo unas reglas patriarcales que no respetan la naturaleza femenina
(humana en general). Somos mayoría, sólo tenemos que negarnos a pasar por el aro.
2. Somos responsables de la mayoría de las decisiones de compra familiares. Sólo con este poder podemos cambiar el mundo, podemos acabar con el consumismo absurdo. Vivir con menos, comer ecológico y local, comprar en pequeños comercios locales y/o afines a nuestros valores en lugar de gastar nuestra energía y dinero en cosmética, moda y alimentos que envenenan y explotan.
3. Tenemos
mucho poder porque somos las gestantes, criadoras y educadoras de la siguiente
generación. Los primeros años de vida son
la base y si se llena de amor y respeto podemos crear un mundo pacífico en
una sola generación. Es nuestra la principal herramienta
para cambiar la sociedad. Dejarla en manos de terceros con intereses propios
(estado corrupto y empresas sin escrúpulos) no me parece la mejor idea.
Ya sé que todo esto suena a machista pero vivimos
otros tiempos, tenemos formación, internet en casa, información y herramientas para comunicarnos, apoyarnos y darnos a conocer. Nuestras casas ya no son cárceles.
Mas sobre el tema:
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